Durante años, las marcas han bebido del manantial de Carl Jung para construir sus narrativas: el héroe que vence obstáculos, el sabio que guía con conocimiento, el cuidador que protege; pero el mundo ha cambiado, y también lo han hecho las audiencias, en un entorno hiperconectado, sobreestimulado y exigente, los arquetipos tradicionales comienzan a sentirse previsibles, domesticados, incluso estériles.
¿Y si exploráramos otros personajes, otras máscaras simbólicas menos obvias pero igual de poderosas?
Proponemos hoy, renovar la mirada sobre los arquetipos de marca, rescatando figuras menos exploradas —como el huérfano, el espejo, el jardinero o el alquimista— y explorando cómo pueden inspirar marcas más auténticas, profundas y resonantes.
¿Qué es un arquetipo de marca y por qué importa?
Los arquetipos son patrones universales que habitan el inconsciente colectivo, son modelos simbólicos que representan deseos, conflictos y formas de actuar; al usarlos en branding, ayudan a crear identidades coherentes y emocionalmente poderosas.
Dan coherencia al tono, imagen y acciones de la marca.
Facilitan la identificación emocional del público.
Conectan con narrativas profundas que resuenan más allá de la lógica.
El problema con los 12 arquetipos clásicos
Aunque útiles, los arquetipos tradicionales de Jung (héroe, cuidador, rebelde, amante, etc.) se han vuelto tan populares que muchas marcas terminan pareciéndose entre sí; además, su aplicación suele ser simplificada y estereotipada.
¿Cuál es el resultado? marcas planas, previsibles, sin alma.
Por eso proponemos mirar más allá: hacia arquetipos «olvidados» o menos domesticados, figuras que ofrecen nuevos matices, nuevas tensiones, nuevas formas de conectar.
Nuevos arquetipos para marcas con alma
El Huérfano: vulnerabilidad que conecta
Representa la herida, la pérdida, la necesidad de pertenecer; una marca huérfana no se victimiza, pero abraza su historia, es empática, real, humana.
Es ideal para proyectos de impacto social, salud mental, marcas de cuidado, storytelling biográfico.
El Jardinero: paciente, silencioso, transformador
Simboliza el cuidado amoroso, la espera activa, el crecimiento lento pero profundo. Cultiva sin prisa.
Resulta Ideal para marcas ecológicas, educación, bienestar, formación.
El Espejo: reflejo, consciencia, autenticidad
No enseña, refleja, invita al otro a verse; es un arquetipo que se adapta al cliente sin perderse, que permite descubrir sin imponer.
Es perfecto para marcas personales, que brindan servicios de coaching, mentoring, moda consciente, arte.
El Alquimista: transformación, fusión, magia
Convierte lo vulgar en extraordinario, une ciencia y arte y genera cambios profundos; es innovación con mística.
Suele convenirle mucho a marcas de innovación, tecnología con alma, procesos de cambio.
El Puente: conexión, tránsito, unión
No es protagonista y facilita el paso de un punto a otro, su misión es la de unir mundos y crear comunidad.
Es ideal para marcas de educación, redes colaborativas, networking, plataformas.
La Bruja/Sabia Marginal: sabiduría no hegemónica
No es la sabia de manual; es la que sabe porque ha vivido, la que lleva cicatrices, no diplomas, aquella que cuestiona las normas e inspira desde los márgenes.
Refleja exactamente lo que las marcas feministas, de empoderamiento, salud alternativa, espiritualidad quieren transmitir a sus audiencias.
Cómo elegir tu arquetipo «no tradicional»
Explora tus heridas, conoce y reconoce tu historia; allí está lo que una marca ha superado y puede volverse su mayor narrativa.
Pregunta por tu energía predominante ¿enseñas o reflejas? ¿Sanas o conectas?
Identifica tus metáforas recurrentes; ¿usas jardinería, viaje, fuego, alquimia?
Detecta tu diferencia emocional ¿cómo quieres que se sienta el cliente después de interactuar contigo?
¿Y si combinamos arquetipos?
La riqueza viene al entrelazar; al combinar; tu marca puede tener un arquetipo central y otros secundarios, veamos:
Una marca que es Alquimista + Espejo nos da como resultado una transformación desde la consciencia.
O un Jardinero + Puente es sinónimo de crecimiento colaborativo.
El Huérfano + Bruja nos brinda la imagen de vulnerabilidad poderosa.
Aplicaciones prácticas en branding
Naming: palabras evocadoras del arquetipo (ej: «Raíz», «Fuego», «Cosecha», «Umbral»).
Paleta de colores: El Alquimista usaría dorados, púrpuras, negros; El Jardinero: verdes terrosos, ocres.
Tipografía y estilo visual: orgánico, sobrio, disruptivo, ritual, según el personaje.
Copywriting: tono reflexivo, íntimo, visionario, contradictorio… según arquetipo.
Nuevas narrativas para nuevas almas
En tiempos de ruido, lo que buscamos no son marcas que griten más fuerte, sino marcas que nos hablen al alma.
Explorar arquetipos olvidados permite construir relatos más ricos, honestos y transformadores, porque el branding no es solo decir quién eres, sino encarnar lo que el mundo necesita.
En El Bar Creativo ayudamos a las marcas a descubrir su narrativa esencial. Si quieres encontrar el arquetipo profundo que habita tu proyecto, ese que conecta con tu herida, tu potencia y tu diferencia, escríbenos; vamos a construir una identidad simbólica que no solo se vea bien, sino que tenga sentido.
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