septiembre 14, 2022
Categories: Marketing digital
a privacidad es tendencia en redes sociales; primero, Instagram creó los “amigos cercanos” o “mejores amigos” para facilitarle a sus usuarios una generación de contenidos más íntima que garantizara mayor engagement; ahora Twitter ha creado los círculos, con la misma intencionalidad, aumentar la generación de contenidos participativos, por consiguiente, contenidos con mucho mayor engagement.
Muchos seguidores, más alcance.
Para algunas cuentas con muchos seguidores (e interacciones), generar contenidos supone un desafío bastante complejo, porque no solo la comunidad es impactada por esos contenidos, sino que suele tener un eco mucho más resonante en los usuarios de Instagram, lo que estimula interacciones poco o nada deseadas.
Las redes sociales son canales de comunicación privados, es decir, el dueño de una cuenta en redes sociales, es el dueño del canal y tiene la prerrogativa de interactuar con quien(es) quiera, en el momento que estime conveniente y bajo sus propias condiciones; aunque por supuesto existe, como en todo medio de comunicación, una convención social de cortesía y consideración.
Las interacciones poco o nada deseadas, sin embargo, obligan a repensar el modelo de interacciones en las redes sociales de mayor penetración; la gente quiere opinar libremente, quiere interactuar con grupos con los que tiene algún grado de confianza y coincidencias suficientes que le permitan actuar de manera más abierta.
El alcance quizás no sea, al menos para las personas naturales, una expectativa tan clara, más que las conversaciones tranquilas, cómodas, dentro de parámetros seguros y libres de terceros, que puedan generar ruido innecesariamente.
¿Cómo aprovechan las marcas, los círculos?
A ver, la intimidad es un privilegio de las personas naturales; pero ¿cómo te sentirías si te enteraras que estás en el círculo de una de tus marcas preferidas?
Desafortunadamente, de momento, las herramientas de privacidad están limitadas por la cantidad de personas que pueden entrar en las listas; las marcas tendrán que elegir.
¿Medios de comunicación, para dirigir información exclusiva, actualizaciones y comunicados relevantes?
¿Otras marcas, agencias, empleados, para recibir información de consumo interno, que no quisiéramos revelar todavía?
¿Usuarios VIP, clientes, personalidades o influencers a los que se quiera premiar o privilegiar, con contenidos exclusivos?
Las marcas tienen mucho que aprovechar de sus círculos; comenzar a pensar en qué hacer con ellos, es un trabajo que compromete a los responsables tanto del área de marketing como a los directivos, empezaría a formar parte de una política de comunicaciones, muy interesante.
Seguridad a prueba de balas.
En suma, los círculos y los mejores amigos, son herramientas para la generación de contenidos en un ámbito cerrado, dentro de una plataforma abierta; esto abre un abanico de opciones, contenido de interés para estos grupos, contenido especializado, exclusivo, material de consumo específico para quienes gozan de la mayor confianza, todo ello suma y genera un mayor volumen de contenidos por cuenta, que tendrá, seguramente, impacto en aquellas personalidades que poseen, al día de hoy, dos o más cuentas, para diferenciar el contenido personal de sus temas profesionales o de marca.
En toda regla, es una herramienta que provee seguridad, intimidad y mayor confianza; y que, fácilmente, puede convertirse en una herramienta útil y rentable para las marcas.
Su utilidad para nuestra marca radica en la capacidad que nos brinda, de apuntar nuestra estrategia de atracción (y nuestros contenidos) a un tipo específico de personas, ubicada en distintos segmentos demográficos y en distintos segmentos de mercado; lo que nos permite encontrar un modo mucho más preciso de lograr una venta.
¿Ya definiste quiénes estarán entre tus mejores amigos en Instagram o círculos de Twitter?
Nuestros aliados de MinWork Studio tienen una infografía que te invitamos a descargar en su sitio web
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