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a oferta de cursos, seminarios, encuentros, retiros, estrategias, libros, conferencias, ponencias, y toda clase de productos para alcanzar el equilibrio, es hoy, enorme; abundan los gurúes, coaches, mentores, entrenadores, facilitadores, y cuanto nombre puedan ponerse, que te guían en el proceso de autodescubrimiento y afirmación de tu propia serenidad y equilibrio mental.

Algunos de estos, son especialistas certificados, han diseñado programas sinceros, métodos honestos, que proponen estrategias y procesos de guiatura, verdaderamente admirables; con objetivos claros, y poseen las capacidades para hacerle frente a situaciones o coyunturas que puedan presentarse, en ese viaje tan complejo.

Otros son sencillamente vendedores de humo; gente muy peligrosa que ha visto una oportunidad en el mercado y no tiene el menor escrúpulo en ofrecer lo que no sabe, ni formular, ni gestionar, de manera profesional, con técnicas comprobadas y estrategias bien planificadas.

Desafortunadamente, las habilidades de venta de quienes solo ofrecen humo, suelen ser muchas veces, embriagantes; otras veces los precios son más atractivos y esto supone para quien compra estos productos, un severo riesgo que, si estuviera consciente de lo que implica, jamás asumiría.

Del mismo modo que hay vendedores de humo en el rubro de la autoayuda y la autorrealización personal, también hay muchos vendedores de humo en el sector funerario; hay un gremio organizado, de empresas que prestan un servicio ajustado a parámetros técnicos y profesionales en constante supervisión y perfeccionamiento.

Y también hay los negocios informales o de muy bajo presupuesto, empresas sin solvencia financiera, que se atreven a tomar de las personas, el poco dinero que pueden invertir en algo tan importante como lo es un servicio funerario, y lo dilapidan, los desvanecen, quedándose sin la capacidad para responder ante lo que se asume es su obligación para con el cliente.

El usuario muchas veces tiene el ojo para diferenciar la empresa que tiene la solidez financiera y la capacidad técnica para brindarle el mejor servicio, pero las más veces, el usuario, por ahorrarse un dinerito, por escoger un precio más ajustado a su presupuesto, termina por pagar más de lo que pensó y de lo que suponía adquirir un plan en la empresa formal.

Cuide muy bien su capital, haga inversiones inteligentes, sea cauto, sea responsable, no permita que le roben lo más preciado, la tranquilidad que necesita en esos momentos de mayor apremio.

Toda pérdida siempre es un duro golpe, y nos invita a experimentarla en unión de los más allegados, en un abrazo solidario, confortable.

Desde hace más de 60 años, esa ha sido nuestra filosofía de trabajo; ofrecerle a nuestros clientes, un espacio confortable, cómodo, seguro, ideal para que los deudos puedan despedir al ser querido, de la manera en que lo hubiera querido; honrando la vida.

Cuídese; no ponga, ni su crecimiento personal, ni su futuro, en manos de vendedores de humo; le puede salir más caro de lo que piensa.

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